Val Veny y Val Ferret – Los valles del silencio a los pies del Mont Blanc. A pocos pasos de Courmayeur, Val Veny y Val Ferret se abren como dos alas bajo la imponente cara sur del Mont Blanc. Salvajes, luminosos y vírgenes, estos valles ofrecen paisajes majestuosos, aire puro y una profunda sensación de libertad alpina. 🏞️ Val Veny: entre glaciares, lagos y leyenda: Val Veny serpentea a lo largo del glaciar Brenva, rodeado de picos escarpados, cascadas y morrenas. Desde Notre-Dame de la Guérison hasta el lago Combal, cada paso habla del poder de la naturaleza. Es el valle de hielo y profundo silencio. 👉 Consejo: Llega al lago Miage en verano: sus colores glaciares y las lenguas de hielo reflejadas en el agua regalan emociones únicas. 🌿 Val Ferret: el lado dulce del Mont Blanc: Val Ferret destaca por sus amplios pastos, senderos panorámicos y vistas continuas del macizo del Mont Blanc. En verano es frecuentado por excursionistas, ciclistas y familias en busca de paz y belleza. En invierno se convierte en una cuenca blanca perfecta para el esquí de fondo. 👉 Consejo: Camina por el sendero que conduce al Refugio Elena: no muy exigente, pero con grandiosas vistas al Diente de Gigante y al Glaciar de Pré de Bar. 🥾 Caminatas y respiración alpina: Ambos valles forman parte del famoso Tour du Mont Blanc Trekking, pero también ofrecen numerosos itinerarios para excursiones de un día, entre alerces, rododendros y refugios panorámicos. El contacto con las montañas aquí es profundo y auténtico. 👉 Consejo: En los meses de verano, aprovecha las lanzaderas ecológicas para acceder a los valles y pasar más tiempo en la naturaleza, sin estrés. 🍽️ Refugios y sabores genuinos: A lo largo de los senderos no faltan refugios donde se puede disfrutar de la cocina de montaña: polenta concia, embutidos del Valle de Aosta, sopas rústicas y postres de avellanas. Sabores que calientan después de un día en la montaña. 👉 Consejo: Déjate mimar con una loncha de tarta de centeno y arándanos en una cabaña con vistas al Mont Blanc. ❄️ Invierno entre la quietud y la blancura: En invierno, Val Ferret se convierte en un paraíso para el esquí de fondo, con pistas preparadas a través de bosques y espacios abiertos. Val Veny, por otro lado, ofrece paisajes encantados para las raquetas de nieve y para aquellos que buscan el silencio de la nieve fresca. 👉 Consejo: Experimente un amanecer de invierno en la nieve fresca de Val Veny: el sol que ilumina los picos helados es un espectáculo para la vista. Val Veny y Val Ferret no son solo dos valles: son dos almas del Mont Blanc. Uno más salvaje, el otro más dulce, a la vez auténtico, profundo e inolvidable.