La Ruta del Vino de las Colinas Longobardas – Lombardía: colinas de Brescia, viñedos históricos y senderos a través de viñedos y abadías.
La Ruta del Vino de las Colinas Longobardas atraviesa un paisaje agrícola moldeado por siglos de trabajo en las colinas al este de Brescia. Entre Rezzato, Botticino, Capriano del Colle y la zona de Ronchi, hay viñedos, pueblos silenciosos, iglesias rurales y antiguas granjas rodeadas de vegetación. 🍷 Vinos de carácter y producciones territoriales:
Esta zona vitivinícola cuenta con denominaciones poco conocidas pero sorprendentes: el Botticino DOC, un tinto intenso procedente de las uvas Barbera, Marzemino, Sangiovese y Schiava; Capriano del Colle DOC, producido en suelos arcillosos y ricos en minerales; y el IGT Ronchi di Brescia, testimonio de una viticultura que resiste en el tiempo.
👉 Consejo: Visita una pequeña bodega familiar: a menudo el productor te dará la bienvenida directamente al viñedo, te contará los gestos de la cosecha y te ofrecerá degustaciones entre barricas y botellas. 🌳 Colinas, viñedos y arquitectura rural:
A lo largo del camino se encuentran monasterios, caseríos históricos y caminos entre las hileras que suben suavemente hacia las crestas. Los paisajes cambian de una estación a otra: en primavera la hierba fresca dibuja caminos de hierba entre las hileras, en otoño las hojas colorean las laderas.
👉 Consejo: Camina por los viñedos de Botticino y llega a los miradores que dominan la llanura: en días despejados también puedes ver los Prealpes y el lago de Garda. 🍽️ Sabores locales y trattorias en los cerros:
La cocina bresciana acompaña al vino con platos robustos e ingredientes de temporada: espetón con polenta, mantequilla de casoncelli y salvia, embutidos locales y quesos alpinos. Los postres siguen las recetas del pasado, con miel, nueces y harinas rústicas.
👉 Consejo: Elige una trattoria con vistas a los viñedos: los menús cambian según la temporada y muchos productos proceden directamente de las granjas de la zona. 🚶 ♀️ Experiencias entre el campo y las bodegas:
La Ruta del Vino de las Colinas Longobardas está salpicada de pequeñas realidades listas para recibir a los visitantes con catas guiadas, talleres de vino, eventos relacionados con la vendimia o la poda. Los caminos, a menudo poco frecuentados, son ideales para aquellos que buscan tranquilidad, autenticidad y paisajes cuidadosamente cultivados.
👉 Consejo: Dedique un día entero a la zona entre Capriano y Flero: entre caminos de tierra, bodegas históricas y pequeñas tiendas, cada parada añade un pedazo al descubrimiento de la zona.
En las colinas lombardas, el vino acompaña la historia y el paisaje. Cada fila habla del profundo vínculo entre las personas y su tierra, hecho de estaciones, elecciones conscientes y trabajo silencioso.